Ciertos amigos
aficionados al boxeo, seguidores de las notas que publicamos de tan bonito
deporte, expresan que Román González debe buscar un entrenador de “más cualidades”,
con el fin superar sus recursos. Y lo hacen sin prejuicios personales.
Entre
aficionados y profesionales de la información, existen otros con cierta ojeriza
personal, lo cual se nota en expresiones enfáticas dicen lo mismo. Los primeros
de mente sana y los segundos, que indistintamente podrían tener razón, así como
para los que no opinan al respecto, les expreso mi perspectiva.
“Sé qué haces tu
trabajo con esmero y que no toleras indisciplina”; dije a Arnulfo Obando en entrevista
reciente.
Y si digo esto, es porque le conozco. Es difícil
para mí (aunque quizá haya), recordarme de otro entrenador nacional tan
obligado y exigente como Arnulfo.
Pero igual que todos,
no depende de él, que un boxeador quiera, o pueda hacer lo que un entrenador
aplica en la enseñanza.
Así mismo, igual que
todos, los seres humanos tenemos nuestros límites, en nuestros propios estilos.
Y Román, aunque yo y usted vea que le falta esto o aquello, no es una maquina
codificada o un transformer´.
Deberíamos saber y
entender que no existe, ni aun en Muhammad Ali, el boxeador 100%, y que no
existe el boxeador que nos pueda complacer a todos. Y en medio de eso hemos
disfrutado de grandes espectáculos en un cuadrilátero.
Así como dicen de
Arnulfo, yo digo de Roach y de Beristain. Al Curro Dossman por ejemplo, a quien
siempre recordamos por haber trabajado con Alexis Argüello, le pusieron en sus manos a otros como Eddy
Gazo y fue imposible que hiciera Magia.
Quiero apuntar que en la nota, en ninguna parte se dice
que Arnulfo es el hacedor de tal o cual boxeador. En estos momentos Obando es
el entrenador jefe, de un equipo de trabajo. Eso de que “Yo hice a un Campeón
Mundial” lo escucho hasta en boca de los promotores, y esa no es más que una expresión
salida de las emociones.
Me pregunto: si un entrenador o un promotor hace Campeón
Mundial a un Boxeador; ¿Por qué no lo mantiene como Campeón? MI respuesta es que:
porque el boxeador es el que conquista la faja mundial y el boxeador es el que
la pierde.
El entrenador es quien indica, quien transmite lo que
quiere que el boxeador adopte y aplique, pero el boxeador es quien decide y
hace lo indicado según su capacidad de asimilar o poder hacer lo que le
enseñen.
Entre lo explicado, lo asimilado y aplicado existe una
separación de responsabilidades. Es el
alumno quien debe responder o
corresponder en el momento del examen final, que es el momento de la
competencia. Y es en todo, en ese
aspecto el boxeo no es excepción.
Quiero decir esto con la responsabilidad del caso y
con conocimiento de causa. Fui testigo presencial y compañero de equipo en esos
momentos de Alexis Argüello. Este hombre tan humano como usted y yo, era un
alumno especial.
Siempre lo vi tercamente repitiendo lo que le
indicaban y sin llegar a ser el Perfecto Boxeador, botaba, bloqueaba y pasaba
golpes con cierta maestría y elegancia. Asimilaba y ponía en práctica como con urgencia
los ensayos que el entrenador sugería.
Argüello era oportuno, ordenado y expresivo en su
sistema de ataque, eso lo convirtió en el sorprendente y altamente peligroso
maestro del contragolpe.
“Chocolatito” es el mejor de estos momentos. Está sin derrotas,
ha hecho una labor extraordinaria, pero su estatura y su potencial, siguen
siendo menores que otros grandiosos boxeadores como él.
Arnulfo Obando es un laborioso profesional y tampoco debe
ser tratado como un intruso que ha llegado a usurpar la función que desempeña.
Román y Gustavo Herrera, no se pusieron de acuerdo en términos salariales y fue
entonces que se buscó a Obando.
Es Mi apreciación
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