lunes, 29 de agosto de 2016

¿ Fue Morales el primer boxeador nica fallecido por golpes?

Jueves 19 de agosto de 1970,  el salvadoreño Héctor Cabrera, en San Salvador, El Salvador,  gano por nocáut al nicaragüense Joe Morales.
Este falleció producto de los golpes y el sábado 21 a las 8:00 de la noche, bajo una tentativa de lluvia, llegaron sus restos a la capital en un vuelo de Pan American.
Se veló el cadáver el mismo sábado en el barrio La Reynaga, donde vivía con su familia y el domingo 22 se le dio sepultura.
Se dice que se fue sin permiso y que días anteriores se le había visto en condiciones no propias para asumir la responsabilidad de subir a un cuadrilátero.
Hubo versiones de que por necesidad económica, aceptó enfrentar a Cabrera quien era de mayor peso.
Hasta hoy, no tenemos en nuestros archivos, el caso de otro boxeador, antes de Joe Morales, que haya muerto producto de golpes en un cuadrilátero de boxeo.

domingo, 28 de agosto de 2016

A Propósito de la pelea de “Chocolatito contra el “Príncipe”


El 21 de agosto de 1981, en el  Pabellón de Deportes, del Hotel Caesars Palace, de Las Vegas, Nevada, EE.UU, el boricua Gómez, que tenía una racha de 32 victorias por nocaut consecutivos (incluyendo 14 en peleas por el título mundial Súper Gallo), después de comenzar su carrera profesional con un empate ante el panameño Jacinto Fuentes en 1974, decidió enfrentarse al Campeón Mundial Pluma mexicano, Salvador Sánchez
Don King, el promotor, le llamó al encuentro  "La Batalla de los Pequeños gigantes", y ciertamente es otra pelea de Los Clásicos que la historia del boxeo guarda en sus episodios.
Las agallas del puertoriqueño, no fueron suficientes para detener  la presión del ataque que desde el primer round impuso el mexicano. Fue tan arrollador Sánchez, que casi finaliza la contienda en el primer asalto con una precia combinación de izquierda y derecha.
Lo que Wilfredo Gómez ofreció al mexicano no fue una gran resistencia, sino una muestra de coraje y pundonor deportivo. Mientras  Sánchez se mantenía al acoso, Gómez contraatacaba y se defendía casi siempre contra las cuerdas.
A los dos minutos y nueve segundos del octavo asalto, el referí Carlos Padilla intervino y detuvo las acciones.
Las tarjetas registraban hasta el momento, anotación de 67 – 65 dos fichas,  y la tercera 66 – 67, todas a favor de Sánchez. Eso nos indica lo cerrada que estaba la lucha a la hora del desenlace.
Igual que Zàrate contra Wilfredo Gómez, igual que Argüello contra Aarón Pryor,  lo mismo que Mantequilla Nápoles contra Monzón, Wilfredo Gómez fue superado por un rival con  más tonelaje natural.


A propósito de lo invicto de Chocolatito y Cuadras


A Propósito del record invicto de  nuestro compatriota, Román “Chocolatito” González y Carlos “El Príncipe” Cuadras, entre latinos ya hemos tenido  peleas de boxeadores con récord limpio.


Les recuerdo la pelea que sostuvieron el Puertorriqueño Wilfredo Gómez que era Campeón Mundial Supergallo y el mexicano Carlos Zàrate, que era el Gran Campeón Mundial de  peso Gallo.

Zarate llegó a esa pelea invicto en 52 combates, con 51 nocauts. Tenía 8 defensas del cinturón  gallo.  Antes de enfrentar a Gòmez, todas sus defensas las ganó por nocàut, más el que le propinó a Rodolfo Martínez cuando le ganó el título mundial

Mientras Wilfredo había realizado 23 peleas sin derrotas. Tenía 22 ganadas por nocàut. Empató en su debut. Era la quinta defensa que realizaba. Su rècord era apenas la mitad de lo que tenía el mexicano.


La derrota fue la primera que Zárate  sufriría como profesional en cincuenta y cinco combates que había disputado hasta el momento de pelear con Gómez,  quien estaba exponiendo su título Mundial en la categoría súper gallo.

Por ese combate, el mexicano se ha embolsado 40,000 dólares y el portorriqueño 175,000.


La pelea tuvo lugar el 28 de octubre de 1978, en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan. 


Zarate conoció la derrota por primera vez en su carrera, cayendo cuatro veces antes del fin, que lo llevaron a la derrota por nocaut en el quinto asalto.

Un día como hoy


El 28 de agosto de 1976, en el Fórum de Inglewood, California, USA, haciendo su primera defensa del peso gallo CMB, que había ganado a su compatriota Rodolfo Martínez, el mexicano Carlos Zarate derrotó por nocaut en 12 asaltos al australiano Pablo Ferreri.

Zarate llegó a su encuentro contra Ferreri con  43 peleas sin derrotas y se embolsó $ 50 mil dólares, mientras que el retador se llevó $ 10 mil.

sábado, 27 de agosto de 2016

Cardoza pelea en México


El sábado 3 de septiembre en Zaragoza, México, Yader Cardoza estará enfrentando al azteca Felipe Orucuta. El pleito es pactado en 115 libras y Cardoza tendrá que esforzarse para superar las diferencias de estatura y alcance.

El aguerrido boxeador nicaragüense, tiene chance de agenciase el triunfo, siempre que sus condiciones físicas sean la adecuadas.

En tanto para el mexicano será la  primera pelea en este año, para Cardoza será  la pelea número cuatro  en este año 2016.

De enero 2014 hasta la fecha, Orucuta tiene de actividad, cinco peleas, de las cuales dos son derrotas, incluida la última  ante José Cayetano  el cinco de diciembre de 2015.

El mexicano fracasó en dos oportunidades titulares frente al argentino Omar Andrés Narváez, en disputa del Cinturón Mundial súper mosca OMB.

Cardoza en el mismo periodo ha realizado nueve peleas, cinco son triunfos, tres derrotas y un empate.

El 11 de noviembre del 2013 en Toluca, México, Cardoza disputó el título Mundial mosca CMB, al mexicano Adrián Hernández, y en una pelea destacada en 12 asaltos,  Cardoza fue prácticamente despojado del triunfo.

Esperamos que Cardoza no se vea perturbado en su concentración, por causa de lo que se ha dicho en aspectos de salario. En su estadía para la pelea, tengo entendido que será acompañado por su manager, el ex campeón mundial Rosendo Álvarez.

La hipérbole en el boxeo


Entiendo el toque emotivo y el buen manejo de la metáfora que ciertos escritores y comentaristas destacan en sus escritos o comentarios. Indudablemente que es bastante deleitable para el lector o el escucha, ese elemento.
Pero en la gramática existe lo que se conoce como hipérbole, algo que es usado de  manera tan natural y explícita en la conversación más sencilla o el verso más corriente, que se puede escuchar entre un grupo de ciudadanos aferrados a tal recurso gramatical, sin saber siquiera  que existe ese término académico.

Popularmente se le llama exageración. Y en ese arte es fácil encontrar ocho de cada diez ciudadanos en nuestro país, ya sea en el barrio, en el comentario radial, en la nota escrita  o en el más refinado bar de la élite social se comentan exageraciones.


Y en lo que me compete de acuerdo a lo que me gusta y que de igual manera,  algunos me han dicho que a veces HIPERBOLEO (exagero). Yo  me pregunto a cada momento que; ¿cuántas generaciones repicarán aquello de?:

“En aquellos tiempos maravillosos de los años 70, cuando el boxeo era todo pureza, todo hormona, daba gusto ver el boxeo,  ahora no sirve”. Deleitosamente expresan los enamoradísimos del ayer.

“Esos dorados tiempos eran cuando ningún boxeador eludía el bulto, cuando nadie peleaba un título mundial si no era por haber desbaratado a golpes a los mejores ranqueados”, asegura uno que otro aficionado.

“¡¡Ninguno de los que estaban en el escalafón era malo!!. ¡¡No había Campeón Mundial Mediocre!!  ¡¡ Era mejor porque se peleaba a 15 rounds!!, Exclama el Hipérboledo alterado.

Y no es tan así. Por supuesto que en cada época hemos tenido excelentes, buenos, regulares y menos, por eso siempre se estará tratando de indagar: ¿Qué hubiera ocurrido en una pelea entre fulano y zutano?, se pregunta alguien. “Cada quien es bueno en su época”, responde con prudencia otro.

Si se preguntaban o se decía: ¿Qué hubiera pasado en una pelea Rosendo Álvarez vs Ratón Mojica?

¿Cómo habría finalizado una pelea entre Rosendo Álvarez y Román González?, se preguntan otros hoy día. Es porque aquella y esta calidad, se reconoce.
Alexis decía y Duràn reseña, que en su época no hubieran sido campeones quienes les sucedieron en  los años 80.

Hoy, aquellos que fueron destacados y Campeones en los 80, dicen que estos de la actualidad,  no daban la talla con los de su época.
En fin, eso es cuento de no acabar. Se les olvida, o desconocen,  que más de dos boxeadores campeones mundiales en el pasado, fueron desconocidos por los organismos, porque hubo quien rehuyera o evitara un rival designado.

Con Aaron Pryor, los mejores de su época en su categoría y las más cercanas  (no menciono nombres por no herir susceptibilidades), no querían enfrentarse. Pryor se quejó mucho tiempo de eso.

El boxeo es un negocio que debe ser, o es manejado con astucia, con  habilidad administrativa y promocional,  de un boxeador que teniendo cualidades llega a la cima, y no con demostraciones de testosterona.

Llega a tales extremos la falacia, la farsante exageración que por ahí uno que otro dice: Tal marca es lo primero, lo demás es copia. ¿Y qué o quién no es copia de todo lo que ha ocurrido en la evolución?
 

Yo prefiero expresar; benditos sean los que me antecedieron, los que me han marcado el camino. Quienes nos han heredado las herramientas que uso para informarme y expresarme, en el mismo medio que lo hace aquel que se cree el Cristóbal Colón del medio que usa para formular sus inquietudes.

De repente me van a decir que el Sol y la Luna de hoy, son más débiles y sin la belleza de antaño. Siempre habrá y seguirán naciendo gente con capacidad  sobresaliente. En el boxeo y demás.

El recurso hipérbole en la gramática es bueno, mas no todos razonan el uso. Igual que en el boxeo que es bueno y bonito, seguro es que no todos boxearemos bien y bonito. 


viernes, 26 de agosto de 2016

El "El Chino" quiere comer Gallo


Mañana Sábado 27 de agosto, en el Gimnasio Guy Rouck Chávez de la ciudad de Matagalpa, La Promotora Pinolero Boxing,  ha programado un cartel boxístico de mucho atractivo para los fanáticos matagalpinos.
El ex campeón mundial peso mínimo, de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el matagalpino Byron "El Gallito" Rojas, vuelve al cuadrilátero después de perder el cinturón mundial. Su rival es el joven originario de Masaya, Omar "El Chino" Ortiz, que tiene record de 12 triunfos y cuatro derrotas.
El Chino Ortiz quiere ajustar cuentas con el “Gallito”, puesto que hace tres años, cuando se enfrentaron en el Puerto Salvador Allende, de Managua, Nicaragua,  y  “El Chino”  apenas tenía seis peleas, el Matagalpino le infringió una derrota por nocaut técnico en el tercer round.
Ortiz ha madurado y tres años después piensa que tiene una gran oportunidad de entregar vencido a Rojas en su propio patio y ante su público. La pelea será en la categoría de peso mínimo (105 libras).

En otra interesante pelea de mañana en peso Gallo, el capitalino Aarón Juárez,  tendrá que batallar fuerte si quiere finalizar con la diestra en alto, frente al chontaleño José Ríos

En otra pelea, en peso Gallo, el chontaleño Ismael Fernández  se verá las caras con Félix Moncada
En peso pluma, Desde Costa Rica, llega Manuel Pérez para probar la calidad del naciente atractivo matagalpino Dannis Mendoza


miércoles, 24 de agosto de 2016

Winston Guerrero, con buen Futuro

 Dicen los estudiosos de la materia que: “un niño dotado es aquel que demuestra consistentemente un comportamiento sobresaliente en cualquier perfil en el que se desempeñe”. Niños talentosos y dotados, existen en diferentes ámbitos. La  cultura y el deporte, son esferas en las que es más notorio.

Cuando un niño es dotado lo demuestra sobresaliendo entre los de su edad con hechos, y destacada labor, que le ponen en primer lugar y  lo que hacen es atractivo. Lo hacen muy bien.

Un niño dotado es creativo, intelectualmente distinguido, y asume actitudes superiores al promedio de otros  de su edad. En nuestro país, en el boxeo específicamente, en todos los tiempos aparecen niños con dotes, lo que cultivado destaca el talento.
Casi todos se pierden en el camino por falta de atención, y de apoyo. Se dice que el niño tiene un “genio” en sí mismo adormecido. Es el adulto el responsable de guiarle en sus actividades y apoyarlo para su desarrollo y destino.
Desde hace unos cuatro o  cinco años, he observado ciertos atributos en el hoy adolescente,  Winston Guerrero, quien inició   la práctica del boxeo a los siete años de edad, tiempo en el cual ha realizado 88 peleas.

No es cualquier niño, el  que ejerce con buen suceso la práctica del boxeo y los estudios. Winston ha sido muy aplicado y se destaca en  disciplina y deseo de superación. No es sencillo en estos tiempos realizar 88 peleas en 9 años, eso arroja un promedio de 9 peleas por año.
De esa cantidad de peleas, Winston ha perdido 16.  Y siguiendo con los porcentajes en este departamento, nos da un promedio de un poco menos de dos peleas perdidas por año. Ganar 7 y perder dos, es calificado al menos de sobresaliente
No es necesario que yo sea dotado, debo usar el sentido racional únicamente,  para percibir que con todo el esfuerzo que significa combinar el trajín de la práctica y la competencia, Winston es  excepcional, cuando ha llegado a quinto año de bachillerato en el Colegio Benjamín Zeledón.

El apoyo de su padre Winston Antonio y el de su madre  Arlena Carmen Baltodano  a veces excedido, ha sido incomprendido en ocasiones. Ellos ven en su hijo el Diamante que cuidan con celo, con mucho amor. Son los primeros en notar los Dotes de su vástago, Winston. En sus aspiraciones académicas, el jovencito Guerrero tiene el deseo de ser Ingeniero Industrial.
Winston, a los 13 años de edad, en el 2013, fue campeón Infantil en Somoto.                             Repitió la titularidad y fue campeón nuevamente en el Torneo Infantil de San Juan, Río Coco, en el 2015. Recientemente, en el mes de julio, fue el campeón del Torneo Futuras Promesas, efectuado en Masatepe. .

Así como sus padres son los más responsables en el apoyo, son los que deben tener más cuidado en no obstaculizar en cierto momento ese talento. No es uno el caso de jóvenes que no logran culminar el éxito, por culpa de errores emocionales paternos.

Y como aún quedan personas altruistas, personas que se destacan en apoyar a jóvenes como Winston, instamos a uno de ellos, a verlo, juzgarlo y brindarle ayuda para su escalada. Se los recomiendo.

martes, 23 de agosto de 2016

Cuadras o Chocolate: ¿Quién prevalecerá?


“La pelea será complicada seguramente, pero Román debe ser el ganador”. “El mexicano no será fácil, pero “Chocolatito” lo va a resolver”  “La pegada del mexicano Cuadras es peligrosa”

Así de  parecidas son las diferentes expresiones que la mayoría de aficionados y Cronistas Deportivos formulan en el ambiente boxístico, refiriéndose a lo que podría ocurrir en el próximo combate que veremos el 10 de septiembre en California, entre Román “Chocolatito” González, quien va como retador el título mundial súper mosca (115 libras),  y el mexicano Carlos Cuadras que ostenta el cinturón.
Que la velocidad de manos y piernas será el arma fundamental y lo que podría prevalecer  para que el mexicano Cuadras termine con la diestra en alto, es una opinión generalizada. Así mismo se dice que Cuadras es un pegador de peligro.

¿Pero será cierto que Cuadras es más ponchador que Román? Podrá el campeón mundial, someter con su pegada al brioso retador nicaragüense de la misma manera que a Dixon Flores, por ejemplo?  ¿Podrá el Campeón Mundial mexicano soportar la presión que le pone Chocolatito a todos sus rivales?
Característico es en Cuadras, entrar desde el primer round a imponer la contundencia de sus golpes. Ataca de manera frontal y no lo vemos plantear un sistema. Interesado en sorprender con un golpe, se olvida de su defensa y es cuando recibe impactos libremente.
Por parte de Chocolate, sabemos que posee excelentes reflejos, buena asimilación y es preciso con su boxeo en contra golpe. En consecuencia, si  Cuadras sale como acostumbra será recibido con la mejor y más vistosa combinación de golpes que tiene el boxeo actual. En eso Chocolate es inigualable.

Al ver  al campeón mundial mexicano, recibir golpes y esforzarse al máximo para superar a los últimos tres discretos retadores que enfrentó, como el nicaragüense Dixon  Flores, el japonés Koki Eto y el filipino Richie Mepranum, quienes llegaron con golpes plenos a los bajos y al rostro de Cuadras, considero que difícilmente se podría mantener en pie durante 12 asaltos al recibir las ráfagas de golpes que ensaya Román.

De Chocolate no se puede decir que tiene como mejor fundamento determinada gestión en su boxeo. Es de lo más completo que tiene el pugilismo actual. Su condición física pocas veces ha sido vulnerada.
En el contra golpe es terriblemente efectivo,  su combinación de golpes es letal. Cuando siente que con una mano ha tocado con potencia  a su rival, es un carnicero al ataque y es cuando más daño hace porque no le da respiro a su oponente.


Algo que es importante en el plan de Chocolate, es que nunca tiene prisa en terminar una pelea. Es paciente como todo buen cazador, únicamente se vuelve un torbellino cuando olfatea  la sangre, cuando a sentido a su presa herida, consecuentemente, sabe administrar sus energías.

Digo que es importante, porque son muchos los casos de boxeadores que  en algún momento final, conectan efectivamente a su contendor, pero ya no tienen energías para rematar. El desgaste físico, les pesa más que los deseos de rematar.

Sin problemas y en orden, dice Arnulfo

Hoy a eso de la una de la tarde, dentro de unos 35 minutos, Román González tendrá un entrenamiento público. Román y su equipo de trabajo se encuentran reconcentrados en Big Bear, y será hasta el próximo 3 de Septiembre que viajen a Los Ángeles, Cal. para permanecer ahí hasta el día la pelea el 10.                                                                                                                                “Ningún periodista ha venido aquí, no se porque siempre tienen que estar especulando” , respondió el entrenador Arnulfo Obando a preguntas que le hicimos , respecto a “ problemas de tensiones y estados anímicos de Román”.                                                                                                                                                                     “Me conoces y a nadie ni  vos nunca te voy a mentir, todo está bien”, agregó Obando.

domingo, 21 de agosto de 2016

“Chocolatito”, un Astro que nada lo apaga

Michangelo

Teniendo un récord intachable de 45 -0 con 38 nocàut,  muchos alegan que todo ha sido fácil en la carrera de “Chocolatito” González. Pese a que es un boxeador de esos que aparecen cada periodo, no escapa al escrutinio amargado de quienes le ven avanzar pero no lo aceptan.

Román ha emergido de lo más furtivo de la sociedad nicaragüense. Es de esos pocos seres humanos nacidos en la más peliaguda de las carencias, sentenciados a sufrir el menosprecio y vivir escasez, para ser llevado al altar de los aclamados y el hastío de la abundancia.

Nació y se crió entre  esos niños ignorados,  que son vistos a diario con la más indiferente de las miradas enmascaradas por  aquel que se deleita en un pomposo Restaurante  o mientras circula en un lujoso automóvil,  a uno de esos niños que abundan  y  se acercan  pidiendo una moneda.

Indudablemente, Chocolatito es de esos pocos que nacen para triunfar. Esos que burlando la crueldad, divisan una  tenue luz, la  que quizá siguen inicialmente por intuición, por invitación de otros.
El boxeo fue esa luz para Román, quien prefería el fútbol pero obedeció a las rogativas de su padre. 

Lo que vivió en su infancia y en la adolescencia, lo que ha tenido que superar en su vida no es solamente a sus rivales en el cuadrilátero, sino lo espinoso de su vivencia y  la crueldad de las críticas.

Por ahora, Chocolatito es lo más análogo a la leyenda de Alexis Argüello y aunque algunos quieran verlo con más brillo que “El Flaco”, el mismo ha dicho; “Alexis es lo más grande, es mi maestro y a él le debo la inspiración de hacer en el boxeo, lo que quería que yo fuera, un digno representante de mi patria”.

Y es que Román se ha instaurado en el mundo boxístico como el mejor,  a  base de sacrifico, de triunfos, de calidad y no de carisma. Es un peso chico, categoría muy ignorada por los entendidos pero su brillo es tal, que no les queda más remedio que catalogarlo como Lo Mejor del momento.

Nada lo ha interrumpido en su ruta a la cima, ningún comentario negativo le ha quitado brillo, tampoco ha agrietado su fe ciega en que puede ir más allá, la opinión mezquina de quienes le ven como una estrella en “la mediocridad actual”. Él ya  es un Astro que nada lo apaga.

La pelea contra Carlos Cuadras, el 10 de septiembre del año en curso es un gran desafío, con sus riesgos incluidos. Pero el premio de un cuarto título es enorme, si lo consigue, su imagen y sus laureles brillarán más. Ya hizo historia pero no se ha sentido fastidiado de fatiga ni conquistas. Quienes le vemos en su esplendor, esperamos más.


Y no es cierto que haya conquistado tanto, porque el boxeo de hoy está mediocre. Su tiempo y lo que ha hecho, es de ayer, hoy y mañana. Obstinado, inexcusable, sigue su marcha. Da la impresión que todo lo adverso,  ha sido  ayuda para inspirarse y superar los retos.


miércoles, 17 de agosto de 2016

Nuestra historia: Chevito Urcuyo


Por  Michangelo

Nació el 14 de junio 1956 en el Valle Las Zapatas, jurisdicción de Malpaisillo (León). Sus padres: Marcial Urcuyo Reyes y Socorro Donaire Medina. Ellos le pusieron por nombre Eliseo Marcial, en el boxeo profesional le conocimos como “Chevito” Urcuyo.

Cuando se empezó a ver su menuda figura en los cuadriláteros capitalinos, llamó la atención de los cronistas deportivos y el público. Se vislumbraba en él un potencial campeonil. No fue campeón mundial, pero sí un bravo del ring.
Su mejor faena.

El 2 de julio de 1978, en el gimnasio Nuevo Panamá, Chevito realizó la que yo considero su mejor faena en el boxeo profesional. Aunque realmente hubo otras contiendas que fueron buenas en la carrera boxística de este leonés de voz aguda y expresión humilde.

Esa noche (en la capital canalera) se fajó durante 10 asaltos con el ranqueado mundial Rafael Pedrosa, quien había empatado con Hermógenes Prado y que posteriormente disputara el título mundial.

No es que recorriera la distancia y cumpliera con el contrato de los diez rounds, sino que la pelea fue la mejor de la noche. Estuvo muy por encima de las que realizaron los también panameños Eusebio Pedrosa (Campeón Mundial Pluma que defendía ante el mexicano Ernesto Herrera) y el semi estelarista Hilario Zapata, quien defendía su corona ante el dominicano Juan Guzmán.


En la misma noche, este servidor perdió en revancha contra el panameño y hoy destacado entrenador de boxeo, Rigoberto Garibaldi. Fui testigo ocular de ese combate estruendoso entre “Chevito” y “Pedrosita”. Fue la pelea de la noche.

Desde que se escuchó el tañido de la campana, se fueron a lo que llegaban. Se entregaron sin piedad, ni estima al físico; golpes iban y volvían a los bajos y a los rostros de ambos contendores.

El final fue dramático. Faltaban unos 30 segundos para que finalizara el décimo round, cuando un gancho de izquierda se estrelló en el mentón del nica, eso fue todo. Urcuyo fue abatido y vencido, pero también fue aplaudido. El público premió su coraje.


Al día siguiente de la pelea, Chevito lucía irreconocible; el rostro le quedó parecido al de Alfredo Escalera luego del segundo combate contra Argüello. Un ojo completamente cerrado, el labio superior con un corte patético y en la frente, cerca de la cien izquierda, se había situado un chichote enorme.

Pedrosita también recibió lo suyo, Chevito le dio duro y tupido. Los aficionados coreaban al panameño y callaban cuando éste recibía los golpes del valiente leonés. Por su lado, el mexicano Esteban García, entrenador de Chevito, sudaba copiosamente y mantenía la esperanza del triunfo.

Como empezó todo.

Eliseo Urcuyo vivió sus años de adolescente vendiendo pan, labor que anteriormente ejercía su hermano René. Entre la escuela del barrio Laborío y el anexo Calasanz terminó sus estudios de primaria.

Fue su cuñado Omar “Cachorro” Amaya quien le llevó una tarde al gimnasio, para que no siguiera soportando a un tipo que lo había golpeado, cuando apenas tenía 14 años de edad. Nunca imaginó que eso se convertiría en algo que haría hasta donde se lo permitieran sus energías.

Con escasos 16 años integró la escuadra compuesta por el mismo Urcuyo (en minimosca), Salvador Miranda (en mosca), Orlando Lovo (en gallo), José Rodríguez (en pluma), Wilfredo Miranda (en ligero) y Gustavo Escorcia (en welter), quien viajó a los Panamericanos de Colombia en 1971. Al frente del grupo, como entrenador iba Rolando Barberena, “Kid Mambo.

Chevito, representante nicaragüense en peso mínimo, habiendo quedado “Bye” en la primera ronda, perdió 5-0 contra el mexicano Salvador García. Con este resultado, dejó un registro de 28 triunfos y 3 derrotas en el boxeo aficionado.


Profesional de los tinglados

En el boxeo profesional, se vio las caras con los mejores minimoscas de la época. Entre sus logros cuenta el título nacional, conseguido ante el experimentado Mario Montes. Siendo campeón nacional, enfrentó al campeón de Colombia (Ricardo Estupiñán). El 19 de octubre de 1976, Chevito perdió por Kot. en siete episodios.

“Ricardo Estupiñán fue una mole pétrea para Chevito Urcuyo, que redujo sus capacidades a una gran demostración de agallas y corazón para la fiera lucha a que se sometió el leonés. El combate llegó a sólo siete asaltos, debido a la deplorable condición física del campeón nacional nicaragüense, quien poseía una herida peligrosa sobre la ceja derecha”.

“Chevito tropezó con una gran fortaleza. Estupiñán soportó sin inmutarse todos los bazukazos que le envió Urcuyo…Ambos contrincantes protagonizaron una estelar rubricada con sangre, vibrante y morbosa como le gusta al público. Chevito le metió golpes para botar a cualquier toro, menos a Estupiñán”.

En el tercero y quinto, Urcuyo le metió palo para construir una casa, y nada. El colombiano recibía todo sin resentir.  Merecida victoria para Estupiñán; quizás esta pelea fue hasta ese momento, la mejor de su carrera.

Eliseo Urcuyo sigue siendo estupendo”, entre otras cosas, apunta una nota periodista de la época, luego de tan dura contienda en la que Chevito cayó a la lona en el segundo asalto y se puso de pie, con dificultades y aturdido.



Ya a nivel del terruño, “Chevito” perdió la corona nacional frente a Rudy Crawford en una decisión apretada. Posteriormente, Crawford le venció en revancha, no sin antes probar las agallas del pequeño leonés. Al igual que Hermógenes Prado, fue sometido por el fuerte pegador mexicano Amado “Panterita” Urzúa.

Hoy, 40 años después de esas valientes presentaciones, Chevito es visto por Jalapa, Teotecacinte, Santa Emilia, San Fernando, otros pueblos y municipios de Nueva Segovia haciendo trabajos de técnico dental, oficio que aprendió bien con su cuñado, “El Cachorro” Amaya.

En Ocotal, tiene una escuela de boxeo donde enseña el arte de la defensa y el ataque, también conduce un programa de televisión por cable los días domingo. En esa ciudad norteña es todo un personaje, en la historia del boxeo se registra como uno de los buenos de los años 70s..