Dicen los estudiosos de la materia
que: “un niño dotado es aquel que demuestra consistentemente un comportamiento
sobresaliente en cualquier perfil en el que se desempeñe”. Niños
talentosos y dotados, existen en diferentes ámbitos. La cultura y el deporte, son esferas en las que
es más notorio.
Cuando un niño es dotado lo demuestra sobresaliendo
entre los de su edad con hechos, y destacada labor, que le ponen en primer
lugar y lo que hacen es atractivo. Lo
hacen muy bien.
Un niño dotado es creativo, intelectualmente
distinguido, y asume actitudes superiores al promedio de otros de su edad. En nuestro país, en el boxeo específicamente,
en todos los tiempos aparecen niños con dotes, lo que cultivado destaca el
talento.
Casi todos se pierden en el camino por falta de atención,
y de apoyo. Se dice que el niño tiene un “genio” en sí mismo adormecido. Es el adulto el responsable
de guiarle en sus actividades y apoyarlo para su desarrollo y destino.
Desde hace unos cuatro o cinco años, he observado ciertos atributos en
el hoy adolescente, Winston Guerrero,
quien inició la práctica del boxeo a los siete años de edad,
tiempo en el cual ha realizado 88 peleas.
No es cualquier niño, el que ejerce con buen suceso la práctica del
boxeo y los estudios. Winston ha sido muy aplicado y se destaca en disciplina y deseo de superación. No es
sencillo en estos tiempos realizar 88 peleas en 9 años, eso arroja un promedio
de 9 peleas por año.
De esa cantidad de peleas,
Winston ha perdido 16. Y siguiendo con
los porcentajes en este departamento, nos da un promedio de un poco menos de
dos peleas perdidas por año. Ganar 7 y perder dos, es calificado al menos de
sobresaliente
No es necesario que yo sea
dotado, debo usar el sentido racional únicamente, para percibir que con todo el esfuerzo que
significa combinar el trajín de la práctica y la competencia, Winston es excepcional, cuando ha llegado a quinto año de
bachillerato en el Colegio Benjamín Zeledón.
El apoyo de su padre Winston Antonio
y el de su madre Arlena Carmen Baltodano
a veces excedido, ha sido incomprendido en
ocasiones. Ellos ven en su hijo el Diamante que cuidan con celo, con mucho
amor. Son los primeros en notar los Dotes de su vástago, Winston. En sus
aspiraciones académicas, el jovencito Guerrero tiene el deseo de ser Ingeniero
Industrial.
Winston, a los 13 años de edad,
en el 2013, fue campeón Infantil en Somoto. Repitió la titularidad y fue campeón
nuevamente en el Torneo Infantil de San Juan, Río Coco, en el 2015. Recientemente,
en el mes de julio, fue el campeón del Torneo Futuras Promesas, efectuado en
Masatepe. .
Así como sus padres son los más
responsables en el apoyo, son los que deben tener más cuidado en no obstaculizar
en cierto momento ese talento. No es uno el caso de jóvenes que no logran
culminar el éxito, por culpa de errores emocionales paternos.
Y como aún quedan personas
altruistas, personas que se destacan en apoyar a jóvenes como Winston, instamos
a uno de ellos, a verlo, juzgarlo y brindarle ayuda para su escalada. Se los
recomiendo.
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