viernes, 8 de julio de 2016

Alexander Espinoza: Buen material, disciplinado, con cualidades, pero necesita tiempo


El pasado 2 de julio en el Puerto Salvador Allende, el prospecto Alexander Espinoza  (  9-1-0) superó en ocho asaltos al veterano Carlos Rueda, quien el próximo mes cumple 32 años de edad y  ya arribó a 39 combates, de los cuales ha ganado 24, ha perdido 10, cuenta con dos empates y tres sin decisión.

Rueda se entregó de lleno. Ahí estaba el Coraje y los deseos de vencer. Su rostro se compungía y mostraba  el esfuerzo en los mil guiños aparecidos cada vez que soltaba sus puños. En su mente no cabía otra idea, ni en su corazón había otra esperanza que no fuera la de sorprender a su rival con uno de sus golpes y ganar por Ko

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Frente a sí estaba el nobel pugilista Alexander Espinoza. Este nunca antes, en su corta carrera profesional había sido tan exigido, tan acosado.  En el segundo round fue enviado al tapiz con un corto de derecha al mentón. Alguien me dijo casi al oído: “Se lo comió Rueda”. Y seguramente lo pensaron otros.

Espinoza no había tenido a un rival con  la experiencia y la malicia del matagalpino, quien para bien del capitalino esa noche no fue, ni será más el mismo de hace cuatro años atrás. Rueda ha llegado al tope de sus facultades, está en descenso y cada vez el esfuerzo que debe hacer es mayor.

En su mente no cabía otra idea, ni en su corazón había otra esperanza que no fuera la de sorprender a su rival con uno de sus golpes y ganar por Ko. Él sabía que el recorrido de ocho asaltos, con el ritmo propuesto y ante un rival tan entero que apenas comienza y con sus cualidades le desgastaría. Estuvo cercano  al desmayo al finalizar la contienda.

Previamente se suponía que ambos se entregarían de lleno al trajín, tratando de empujar siempre Rueda, y de proponer las pausas Espinoza. Este hubiera cometido el error de su vida si se va al frente proponiendo intercambios apostando a probar al veterano en la pelea en corto.


Destacable es la prudencia y el control de los impulsos que demostró Alexander. Desde el punto de vista técnico, quedaron debiendo. Si evaluamos lo emotivo para premiarles por ello, le tendríamos que hacer el mayor aporte a Rueda por despilfarrar empeño, energías y temeridad.

¿Quién podría negar, que Rueda está lejos de aquel que el 14 de mayo del 2011, con 24 peleas se mantuvo peleando 12 asaltos frente al mexicano Cristian Mijares, en disputa del título Mundial 115 libras de la FIB?

Ciertamente no se puede negar que pese al poco tecnicismo, la expectativa que se conservó en el ambiente a partir de la caída de Espinoza, fue permanente. Alexander ganó la decisión, supo manejarse en medio de la presión, pero dejó al descubierto que en este momento le falta mucho para estar al nivel de lo que se creía.

Si lo miden con boxeadores de mediano cartel internacional, echarían a perder lo que efectivamente es, un prospecto que tiene mucho que dar, mucho que aprender y superar aún.


Yo también creo que a Espinoza lo podríamos ver en la cúpula donde podría llegar, pero si no lo apuran. Espinoza demás de un buen material, es un joven humilde, dócil, disciplinado, con cualidades, tiene un buen equipo que lo dirige y conocen el oficio.



Si deducimos que todas las habilidades, destrezas, talentos físicos y mentales requieren de tiempo para ser debidamente cultivadas, maduradas y cosechadas, concluiremos que Espinoza necesita el tiempo justo para dar los frutos esperados. 

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