viernes, 1 de julio de 2016

En pelea confusa, el “Gallito” recibió un fallo peor y pedio el Cinturòn



Al finalizar la pelea entre “El Gallito” Rojas y  Knockout CP Freshmart, los nicaragüenses que estábamos pendiente  vivimos momentos de inseguridad,  y  esto se convirtió en una gran  frustración después del dictamen de los jueces, proclamando como ganador y nuevo Campeón Mundial al tailandés.

Indudable es, que en los momentos antes del pronunciamiento, ningún espectador tenía certeza de quien habría de ser el ganador, la tensión era unánime, más las esperanzas estaban divididas.
La pelea confusa y sin momentos muy claros para ninguno, dio la oportunidad a los jueces de bendecir a quienes pusieron el dinero, para llevar a cabo el pleito. Sin expectativas de cambios o mejoría en su accionar  por parte del “Gallito”,  atribuíamos el triunfo al valiente matagalpino. Quizá no claramente, pero creemos que ganó.


Rojas fue el mismo que vimos cuando ganó el fajín frente  al sudafricano Hekkie Budler. La diferencia fue el planteamiento y los recursos defectuosos pero permitidos (como el de amarrar),  que usó Freshmart. Algo que muy poco vimos hacer a Budler.

Es verdad que Rojas siempre fue al frente y buscó la pelea. Entraba y pegaba pero también recibía y era anulado de inmediato por los brazos de Freshmart, amarres que se convirtieron en la mejor  arma defensiva y que nunca fue capaz de evitar “El Gallito”.

Hasta hoy, su éxito ha sido el atacar y atacar sin pausas. Y lógicamente, el equipo de Freshmart recurrió al amarre constante,  lo que contrarresta con mayor efectividad y sin mucho riesgo a los boxeadores que se desenvuelven como Rojas.

Esperar que mostrara avances técnicos por el solo hecho de haber estado en Panamá bajo las enseñanzas de Rigoberto Garibaldi, era algo ilusorio. Él no es un boxeador con la fuerza suficiente en sus brazos y el poder en sus puños para evitar los amarres y conectar golpes de nocàut. Nunca ha sido, ni  será.

Y esa falta de fortaleza es lo capitalizó Freshmart y faltó a Rojas. De otra manera, el tailandés no hubiera usado tanto el recurso tan feo, como es el clinch. Además, el planteamiento de los tailandeses debió ser: “Lleguemos hasta el final, y lo demás lo harán los jueces”. Eso mismo ocurrió con “El Chocorrón”, que boxeando desde afuera y evitando los amarres, ganó a Fresmart, pero al final, los jueces hicieron lo mismo.

No sé si en silencio, los organismos que avalan estos encuentros dirán: “Ellos pagan, ellos ganan”. Si es así, la suerte está echada para aquellos que no son fenómenos del boxeo, y encima de ello,  en su país  no encuentra el respaldo económico para organizar eventos de campeonato mundial.

Que enviará al organismo AMB,  una carta de protesta y solicitud de revisión  de la pelea, nos comentó Marcelo Sánchez, lo que como máximo, produciría el mandato de una revancha a mediano plazo. (Fin de año quizá), porque  entiendo que  los fallos son irrevocables.


Pero no nos extrañemos, ni nos sorprendamos, peores fallos se han visto.  Acaso ignoramos que encontró apoyo,  y se escapó el Chapo Guzmán de un sitio de alta seguridad?.

Tampoco es difícil  y creo que es más fácil encontrar apoyo  en el boxeo, para ayudar a trasladar  o encausar un veredicto favorable, hacia otro sector. No es la primera vez, no tenemos que hacer esfuerzo para enterarnos,  más que revisar la historia.


El Gallito y Marcelo llegan el lunes al país. Con el ánimo en alto pese a la derrota, han manifestado continuar sus planes y buscar chance en otro organismo, donde las reglas estén mas claras. Importante será, que se subsanen malestares, que aunque se nieguen están, con Roger Rivas, su entrenador de toda la vida.

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