Jamás imagine verme
envuelto en tan bonita, cada vez
más agradable y necesaria labor, ser un Cronista
Deportivo. Todo comenzó a partir de que Alexis Argüello volviera al país en
1991, después de varios años de ausencia.
O quizá, sin darme cuenta, esto me atrajo cuando empecé
a leer con cierta fascinación, las gestas, noticias y biografías de Muhammad
Ali, Sonny Liston, Ultiminio Ramos, Vicente Saldivar y otros como Carlos Monzòn,
recién llegado a la cúspide y del
panameño Ismael Laguna.
Realmente no
recuerdo siquiera haber pensado en dedicarme algún día a comentar deportes, menos a escribir. Pero
aquí estoy 25 años después, teniendo un poco de aceptación entre algún sector
de aficionados y transitando por todo lo difícil que cualquier otro trabajo
presenta, con humanos ejerciendo lo mismo.
Luego, lo de buscar
noticias y revistas de boxeo para leer y
a veces para guardar incluso, lo continué en mis años de boxeador. El ser
boxeador fue algo a lo que dediqué tiempo más por necesidad que por creer que
tenía atributos, talento o pasión. En esto hubo otros factores que podría
referir más adelante o en otro escrito.
Al retornar Alexis en 1991, ya lo he dicho en
otras ocasiones, me envió mensaje con una persona que he olvidado, diciendo que
quería verme para conversar y recordar tiempos.
Eran días agitados
en los que a raíz de la derrota electoral del Sandinismo y la subida al poder
de la UNO, muchos, miles estaban regresando al país en busca de ocupar puestos
unos o de recuperar bienes y propiedades confiscadas otros.
Fue en uno de esos momentos
de gran depresión que a veces mostraba
Argüello, momentos en los que manifestaba deseos de volver a USA, porque aquí “no
hay vida”, decía él, o le decía un amigo
en ocasiones.
“No te preocupes
pofito. Sii, hay vida en Nicaragua, lo que se necesita es buscar algo que
hacer. Déjame yo voy a buscar una Radio para que hagamos un programa solamente
de boxeo” le dije una tarde. Y fue que busqué oportunidad en Radio Nicaragua primero
y en Radio Corporación después.
Corporación, esa
tan escuchada Radio emisora es donde nació el programa de boxeo que puse por
nombre “Fuera Second”, y por no entrar en contradicciones con ciertas mentiras
que se dicen de su fundación, y por no herir sentimientos, no entraré en
detalles al respecto. Calixto Vargas y yo fuimos los firmantes de un contrato.
De ello solamente agregaré
que, Edgard Tijerino me llamó un día antes de empezar el programa, y me
preguntó: “Es verdad que vas a poner un programa de Boxeo con Alexis en La
Corporación?”. Si le dije, y se llamará “Fuera Second”.
¡!Aaah¡¡,
como el nombre de mi columna”, me dijo Edgard. Es verdad, no me había percatado
de eso. Le voy a buscar otro nombre, acoté. “No, no, no déjalo así, yo buscaré otro nombre para mi columna, salúdame a
Alexis”, respondió casi al unísono
Tijerino. Lo sentí, noble, muy generoso de su parte, como en realidad creo que
es.
Esto de
comentar boxeo preferiblemente, lo hice cuando por cierta discrepancia y actitud
egoísta –premeditada-con alguien, tuve
que irme de la Corporación, lo que 23
años después agradezco que haya ocurrido.
De los
otros deportes aprendí un poco y siempre he discutido. El Fútbol y natación,
practiqué cuando era adolescente interno en el
“Hogar Zacarías Guerra”. Don Eugenio Leyton era el Periodista Deportivo
que andaba tras los pasos del Fútbol en la época.
El
beisbol antes del boxeo, lo jugué a
nivel de Mayor “A”, en liga de barrios. No fui de los mejores, pero no desentonaba.
Razones
y momentos para abandonar esto que ahora me absorbe el tiempo, me han emboscado.
Envidiosos ciudadanos que me hicieron zancadillas, hubieron. Pero insistí, creí
que yo era capaz de hacerlo, que no debía abandonar.
Pese a
que me llené de ira y malas intenciones contra esas personas, son ahora por las
que le doy gracias a Dios. De no encontrar esos tropiezos y recibir esos
golpes, no hubiera sacado fuerzas, ni la fe que necesitaba para confiar.
Si
estos personajes, una vez en Radio, otra vez en la Tv.y otra en lo escrito, no
hubieran existido, no busco la manera de ser independiente en este trabajo, por el cual sin percatarme
he sido felicitado más de 10 veces.
Y cada
vez con más continuidad. He aprendido un poco, tanto del deporte, como de
comentarlo. He querido buscar otra cosa que hacer en algunas ocasiones, aunque
no temo a nada, no me decido a dejar
este camino.
¿Cronista
o escritor?
Creo
que para dejar de hacerlo, me detienen
circunstancias que me hacen reflexionar. Por ejemplo; hace años un joven
Cronista Deportivo, que iniciaba el oficio y a quien siempre le he visto
diferente a la mayoría. Humilde, apartado y estudioso, me dijo algo que me impresionó.
Este
joven es graduado como periodista en no sé cuál Universidad, pero lo es. A èl
le dije un día: “Cuanto me hubiera gustado tener un título profesional, lástima
que no estudié”. El joven amigo me respondió: “Cuanto me gustaría saber lo que
usted sabe de boxeo don Michangelo”. Guarde silencio entonces.
Tiempo,
mucho tiempo atrás, otro joven en esa epoca, y que igualmente empezaba, llegó a
mi casa para una entrevista de Tv. “Y cuando te diste cuenta que tenías talento
para escribir”, fue una de sus preguntas. “Bueno, eso de Talento lo dicen
ustedes. Yo lo que te puedo decir es que un día no tenía trabajo, tenía si,
mucha hambre y creí que podía hacerlo, fue para rebuscarme algo, no para destacarme,
ni mostrar talento”, respondí.
Oscar
Miranda, el siempre amable y caballeroso Mirandita, un día me llamó para que
comentara boxeo en Canal 2. Yo era un “mocosito” aun, apenas comenzaba en la labor
de comentar públicamente. Compartir con Xavier Araquistain y Edgard Tijerina
fue agradable. De ahi me fui por algo que no vale la pena comentar.
Edgard
Tijerino me tiene atrapado en el agradecimiento por algo que nunca valoré tanto
como ahora. Cada vez que le llevé a La Prensa un escrito de boxeo, me lo
publicó. Nadie, en ningún medio, me ha ofrecido como Edgard anunciarme o
promover la Revista formalmente y a diario en su programa Deportivo Radial,
Doble Play.
Don
Tito Rondón, debe estar siempre en mi gratitud también, muy gustosamente me
recibió unas tres o cuatro notas y las publicó.
“Me
sentí achumicado, una vez que Francisco Meléndez, quien era entonces Director
Administrativo, creo, de El Nuevo Diario, me presentó en su oficina con un
amigo diciéndole: “Él es Michangelo, te lo presento, es Escritor”. “No, no. Soy
Cronista Deportivo”, acoté de inmediato.
“Pero
si editas una revista, sos el que haces la mayoría de los artículo, lo haces
bien y de eso comès, ¿entonces que sos. Es que sos acomplejado y crees que ese
nombre de escritor te queda muy grande?. No hombre, usted es un Escritor”,
insistió Meléndez
.
Amigos,
no quiero aburrirles. Quise compartir un poco de mis vivencias, un poco de lo
que desde hace tiempo, igual que la Historia del Boxeo Nicaragüense, estoy
acopiando, para publicarlo algún día, si Dios me lo permite.