jueves, 1 de septiembre de 2016

¿Podrá Román imponerse al tonelaje?


Existen casos de grandes boxeadores que no resistieron la escalada a otras categorías. Eso es algo que han sufrido incluso los más dignos y calificados boxeadores. Únicamente, de manera ligera,  voy a referir cuatro casos de estos grandes gladiadores del cuadrilátero, que siendo de lo mejor sucumbieron ante rivales de más peso.

1-El mexicano Carlos Zarate, un dominante peso gallo, que había arrasado con cuanto rival se le ponía de frente, que quizá en el momento era el más temido pegador con su record invicto en 52 peleas con 51 knockouts,  cuando subió a la categoría súper  gallo, el 28 de octubre de 1978, en el Coliseo Roberto Clemente de Hato Rey, Puerto Rico, para combatir contra Wilfredo Gómez, fue devastado por los golpes de Gómez.
El mexicano había sido el soberano y despiadado gobernante en peso gallo desde 1976, y estaba entre los más temidos pegadores del momento. Pero parecía un espantapájaros comparado con el fulminante Gómez, quien tomó el control desde el inicio.
En el cuarto round, Gómez puso en la lona dos veces a Zárate. Cuando sonó la campana para el quinto asalto, el azteca ya estaba seriamente lastimado. Hubo otras dos caídas tras las cuales el second de Zárate tiró la toalla cuando  Harry Gibbs, el referí, extrañamente permitió que el cruel castigo continuara.

2-Wilfredo Gómez, abusando de su condición atlética y su calidad, saltó a la categoría pluma. El boricua que tenía 12 defensas del cinturón mundial Súper gallo, y que hiciera cuatro más posteriormente, fue doblegado por la potencia de Salvador Sánchez.
¡Que pequeño¡, se vio Gómez esa noche del 21 de agosto de 1981 en el Pabellón de Deportes del Hotel Caessar Palace, de Las Vegas, Nevada, USA,  frente al impetuoso mexicano que realizaba su quinta defensa del cinturón Pluma del CMB.

3-Hasta el 12 de noviembre de 1982, Alexis Argüello cargaba en su ropaje de gallardo guerrero de los cuadriláteros, 18 defensas de título mundial en tres diferentes categorías. Con tan esplendorosos galardones, no pudo dominar el tonelaje de las 140 libras, en la cual estaba establecido, enfrentaría como retador, al norteamericano Aaron Pryor.
Luego de conquistar la faja mundial de las 140 libras, destronando  al colombiano Antonio Cervantes, “Kid Pambelè”, Aaron Pryor  era visto como un boxeador bueno, pero no con el talle de Alexis Argüello.
Al comparar el record y los rivales de Alexis, con lo que presentaba Pryor que apenas había hecho cinco defensas, se percibía y se alertaba de algún peligro, pero que podía ser superado por el nicaragüense.
Alexis fue abatido por el arrebatado empuje del norteamericano. Con todo y su derrota, Alexis se mostró gigante, inmenso frente al despiadado ataque de Pryor. No obstante la pelea fue tortura para los que le seguíamos.

4-Roberto Duran, un boxeador a quien por su fortaleza y demostración de gallardía, lo considero un fenómeno ser humano, pese a que había sorprendido al mundo venciendo en su primer encuentro a Sugar Leonard, el 25  de noviembre de 1980  en la revancha, fue avasallado, fue avergonzado por la combinación de velocidad y pegada de Leonard.
El grandioso panameño conocido como “Manos de Piedra”, en esa segunda oportunidad contra Leonard, se enseñoreaba con un record de una derrota en 73 combates. Había perdido el invicto en su pelea 32, después de eso ganó 41 peleas sin derrotas.
Prácticamente era invencible hasta en peso ligero. Cuando subió a Welter ya no era el mismo. Por ser un hombre de fortaleza extraordinaria, venció en peleas hasta en peso mediano, pero ya no lucia. Benítez, Haegler, Herans, Laing y hasta Vinny Pazienza, lo sometieron.
Estos son cuatro ejemplos de grandes boxeadores, que fueron dominantes en sus recorridos por los cuadriláteros, pero que cuando subieron de categoría, ante otros boxeadores que tenían igual reconocimiento y calidad fueron derrotados.

Cierto, no fue el acabose para ninguno de ellos, pero cedieron.  No fueron subyugados fácilmente, hicieron resistencia, demostraron la casta, no perdieron brillo, pero se vieron humillados.
Y el elemento o la causa principal,  el talón de Aquiles en común, fue la falta de fortaleza en la categoría. Seguramente fue porque antes no hicieron las peleas previas en la categoría inmediata superior, para adaptarse al tonelaje.
“Chocolatito”, nuestro gran y soberano representante, llega a su encuentro contra el mexicano “El Príncipe” Cuadras, fulgurante de éxito y reconocimiento. Su  récord de invicto no admite ni sospechas, y sus hechos lo consagran.

Así estaban Carlos Zarate, Alexis Argüello, Wilfredo Gómez, y Roberto Durán. Román es el favorito y creemos que debe ser el vencedor. Su calidad técnica es difícil de igualar. Pero…… ¿No seremos sorprendidos por la difícil tarea de imponerse  sobre  el tonelaje?

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